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lunes, 3 de enero de 2022

Cómo confrontar la ansiedad y comenzar renovado el año 2022

Hoy quisiera volver a publicar una de las entradas más visitadas en este blog de 2017, ya que hace referencia a un tema recurrente especialmente durante los dos últimos años en algunos pacientes, y es, la presencia de síntomas de ansiedad, una ansiedad que se relaciona con el nuevo entorno, con las posibilidades laborales, las relaciones de trabajo, las relaciones afectivas y como si todo esto no fuera ya bastante, la ansiedad ante el Covid y todas sus secuelas. 

Esta ansiedad nos ataca día a día cada vez que nos vemos confrontados a la otra cultura, al otro idioma, al tener que comenzar de nuevo, a las deudas que se acumulan o el choque cultural, el atravesar por una enfermedad, a un duelo no resuelto o peor aún, quizás hasta con la posibilidad de no saber con certeza el origen de la misma.

Esta ansiedad diversa no relacionada con el consumo de alcohol, o con medicamentos especiales que pueden presentarla como efecto secundario u otros trastornos psicológicos (fobia, angustia con agorafobia, obsesivo-compulsividad, estrés postraumático, estrés agudo, psicosis o un trastorno por depresión), ni tampoco relacionada con factores biológicos específicos como una enfermedad médica o neurológica.

En esta angustia o ansiedad (a veces generalizada), algunos de los síntomas más claros y comunes entre ambas pueden ser la aparición temporal de malestar o miedo acompañados de sensación de ahogo, elevación de la frecuencia cardiaca, sudoración, sofocación, náuseas, temblores, parestesias (adormecimientos de miembros del cuerpo), mareos o desmayos e incluso desrealización, despersonalización, miedo a perder el control o incluso miedo a morir o que se produzca el fallecimiento de alguien cercano sin una razón real o peor aún, relacionada con la posibilidad de que alguno de nuestros seres queridos o incluso nosotros mismos nos podamos ver afectados gravemente por el virus que nos acompaña ya desde hace algún tiempo.

Ante esto, la recomendación en principio sería que intentes trabajar algunas de las siguientes técnicas:

Relajación o ejercicios de respiración disponibles en internet 
Asistir a clases de yoga o realizar meditación
Salir a caminar o practicar algún deporte
Dispersar el pensamiento o controlarlo evitando la intromisión de estas ideas y sensaciones de ansiedad pensando en asuntos concretos y reales
Trabajar en solucionar los problemas, determinar que es urgente, qué es importante y qué no lo es
Distraer la mente leyendo un libro de tu interés, viendo una película o realizando la actividad que más te guste y te distraiga
Tomar racionalmente las riendas de tus pensamientos conscientes e inconscientes, mejorando tus habilidades sociales y pensando siempre de forma positiva
Alimentarse bien
Hacer ejercicios de estiramiento
Escuchar música
Concentrarse o poner atención en tus sentidos, escuchar sonidos, imágenes, olores, sabores y texturas que te puedan llevar a un estado de relajación, recuerda momentos gratificantes que liberen oxitocina y te proporcionen placidez.

Estas son buenas técnicas que tú mismo puedes activar pero si ves de todas formas que no logras los efectos deseados en tu caso, a pesar de haber descartado problemas médicos y de haber intentado tu mismo con estas estrategias, estaría bien también, pensar en recurrir a un especialista de consejo asistido (Counseling) o a un terapeuta según tu caso. 

El consejero está en capacidad de apoyar tu autoevaluación, aceptación emocional, el desarrollo de los recursos personales, ayudarte en el aprendizaje de nuevos procesos de toma de decisiones para afrontar la crisis que estés viviendo o por su parte el psicoterapeuta en algunos casos apoyado por un psiquiatra, pueden enseñarte las técnicas y realizar el acompañamiento necesario para devolverte el bienestar que tanto puedes estar añorando.

Deseándote todo lo mejor para el 2022 y a la espera de tus comentarios,


+Mónica Riveros
Psicóloga FSP
Psicóloga de emergencias FSP
Máster en Migraciones Internacionales Contemporáneas
psicologiaenemergencias@gmail.com
www.online-psicoterapia.com

jueves, 2 de marzo de 2017

La discriminación



Un tema que nos viene tocando mucho últimamente a las personas de habla hispana es la discriminación racial a la que estamos siendo expuestos, de una u otra forma sentíamos que ya veníamos siendo discriminados por ser migrantes y adicionalmente calificados y estereotipados con otros adjetivos que no quiero mencionar en este espacio pero por estos días se ha vuelto tema de la vida diaria.


El problema se ha tornado álgido especialmente con las últimas elecciones en el país del norte y la situación se ha ido polarizando, hay quienes están con nosotros y nos han demostrado su apoyo incondicional y hay quienes han tomado partido extremo y han olvidado por completo el respeto por el otro y pretenden que aunque llevemos el mismo tipo de sangre o incluso hasta el mismo genotipo, "nos regresemos a casa", como si este planeta no estuviese hecho para la convivencia de todos los seres vivos que en él habitan.

En pleno siglo XXI es difícil creer que aún esten pasando este tipo de cosas y que nos este pasando especialmente a nosotros, los trabajadores, los incansables, los que en su mayoría solo estamos buscando un futuro mejor para nuestros hijos en la tierra natal o en el país de acogida.


No logro encontrar el por qué o la necesidad de la discriminación en este planeta pues de una u otra forma según la teoría de conjuntos podemos jugar con las clasificaciones en un sin fin de escenarios, o somos hombres o somos mujeres, o por casualidad católicos o musulmanes, o blancos o negros, occidentales u orientales, o carnívoros o vegetarianos, o heterosexuales, homosexuales o bisexuales y finalmente no dejamos de ser personas con los mismos derechos y deberes sobre la tierra.

Pero bueno, el punto es que si de todas formas esta "nueva" discriminación, finalmente nos permite, re enfocarnos, redefinirnos y vernos a todos los hispanos entre nosotros mismos como hermanos, con un mismo fin, muchos valores, principios, metas y similares costumbres, quizás así nos esforzaremos aún más por apoyarnos, porque es cierto, por ejemplo AMÉRICA está determinada por un solo suelo pero compuesta por 35 países y un territorio de 42´900.000 km2 y aproximadamente 990´000.000 de habitantes o si lo vemos por otro lado somos 559´000.000 de personas que hablamos el español en el planeta como lengua materna según el Instituto Cervantes en 2015.


Entonces no somos pocos, somos muchos, una red enorme de posibilidades, habilidades, destrezas y contactos, no se trata de formar guetos, se trata de entender que somos una gran familia y que como "familia" se nos ha inculcado el deber de apoyarnos y acompañarnos siendo cooperativos y solidarios; Solo quienes están aislados y no saben trabajar en equipo son avasallados, esclavizados, estereotipados y relegados afectando directamente la propia autoestima, la independencia, las ilusiones, metas, propósitos de vida y la ilusión de construir y ser alguien importante en la vida.


Pienso que cada situación tiene la posibilidad de ser redefinida y en este caso vista de forma positiva, engrosemos filas, que son estas situaciones las que nos permiten crecer y demostrar la gran familia a la cual pertenecemos, una familia noble, pujante, llena de hermosas emociones, que sabe dar y ser empática con el otro y que esta aprendiendo a amar y respetar a este planeta y a todos los seres vivos que en ella habitan.




+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
psicologiaenemergencias@gmail.com


viernes, 13 de enero de 2017

Confrontando algunos demonios

He estado ausente por largo tiempo y la razón de ello es la misma que embarga a muchos de nosotros los migrantes y es un tipo de freno en nuestras actividades cotidianas debido al miedo o temor a confrontar un futuro que se torna incierto en un momento dado ante la ocurrencia o debido a la perdida de control sobre nuevas situaciones que acaecen o ante el cambio de las cosas o las personas que a su vez nos permitían reconocer de una manera u otra nuestro entorno como seguro.
Hoy al encontrarme expuesta a una realidad de la vida en la cual casi que debo comenzar de nuevo mi camino migrante, con una lengua diferente, aspectos emocionales, sociales, familiares y económicos que comienzan a tornarse algo impredecibles y digo "algo" porque gracias a un trabajo arduo y a pulso llevado a cabo durante varias décadas, poseo cimientos, valores, principios, conocimientos y personas que me han sabido apoyar incondicionalmente durante muchos años y en los cuales pongo mi fé para poder afrontar cualquier nueva situación que se me presente por más difícil que se tornen los tiempos.
Todo ese "bagaje" de experiencias, conocimientos, sentimientos y relaciones son los que nos permitirán afrontar de la mejor manera esa sensación inmensa de ansiedad o angustia, resultado del hecho de tener que confrontar un evento especial que nos amenazó en el pasado, estamos viviendo y nos está marcando en el presente o alguno que podría arriesgar nuestra estabilidad en un futuro cercano. 
Ya sea real o de cierta forma imaginaria, la mejor manera de reducir o acabar con esta emoción del miedo que puede llegar incluso a paralizarnos en un momento dado, es confrontándolo y preparándonos para ello. Bien podría ser analizándolo, escudriñándolo, buscando las razones o sus puntos débiles y como todo ello nos está o nos podrá realmente afectar en nuestro desempeño y en las relaciones de alguna manera.
Si no confrontamos el miedo podemos dar paso a un estado denominado ansiedad, ansiedad que nos aterroriza a nivel emocional, nos lleva a generar ideas infundadas o alejadas de la realidad y que a su vez pueden verse reflejadas en comportamientos de incapacidad de respuesta ante un evento específico conocido o peor aún, desconocido, que podría amenazar nuestra tranquilidad y equilibrio.
Aprender a confrontar nuestro miedo o temor, aprender sobre él permite generar cambios incluso a nivel orgánico, así de poderoso es nuestro cerebro que le permite al cuerpo adaptarse y comportarse de manera pronta y segura ante un evento y así puede igualmente ser multiplicado eficaz e inmediatamente en la resolución de otras tantas situaciones similares que podríamos llegar a asociar con el estímulo que nos generó o nos generará el desagrado, la idea de posible peligro o daño o la perdida de nuestra estabilidad emocional, física, comportamental, intelectual y afectiva.


Así que nos queda solo definir bien el evento que nos está afectando o que podrá llegar a hacerlo, estudiarlo, analizarlo, apropiarnos de él y confrontarlo individualmente, en familia, sociedad, o como colectivo esa es la base diaria del logro de nuestras metas y el terrero abonado en el camino de la seguridad, la felicidad y la victoria como individuos sobre todos los retos que nos puedan ser impuestos por la voluntad de otras personas, de Dios o simplemente por el azar de la vida.

Hasta una nueva oportunidad,

+Mónica Riveros
Psicóloga Clínica
Máster en Migraciones Internacionales Contemporáneas
www.online-psicoterapia.com

viernes, 13 de mayo de 2016

Un nuevo comienzo

Esta entrega habla de muchos nuevos cambios que vienen en camino a partir del mes de junio, cambio de país,  idioma, cultura, territorio, gastronomía, sueños, proyectos e ilusiones. Durante estos últimos 4 meses he estado alejada del blog y de mi trabajo clínico pero un poco más cerca de la familia de origen de forma presencial, de mi esposo y de mis hijos.

El sistema local de acceso a internet bloqueó las llamadas por medios como skype o whatsapp y facebook se puso a la orden del día para debilitar mi estrategia de poder llegar a cada uno de ustedes y en resumen eso me aisló de mi país de origen, mis pacientes, amigos y conocidos de una forma muy inusual, aún cuando tuve la fortuna de poder compartir un hermoso viaje al Sahara con mi hermana, hecho que ayudo a amortiguar esta incomunicación con el resto de la humanidad. Todo lo acaecido, a la vez me dio un poco de tiempo también para reflexionar sobre los cambios que me depara el futuro.

Cuando escribí estas letras me encontraba en un ferry camino a Barcelona y llevaba ya 24 horas en él, divisando mar y más mar, pensando en los cientos de migrantes que a su vez están intentando llevar a cabo la misma ruta en busca de un futuro mejor y más seguro para ellos y sus familias, lo que me causó y me causa mucha nostalgia observar.


Al momento de escribir estas líneas estaba a un día de cumplir un año más de vida y hoy a un mes de regresar a Europa luego de vivir cuatro largos años en África del norte en un país que me dio la posibilidad de conocer otra cultura, otra religión, otras perspectivas de vida y de hecho me enseño a valorar aún más el camino que nos hemos ido forjando las mujeres en otras latitudes también.


En un mes regreso a "casa", a mi segundo hogar, ese que se haya incrustado en medio de los Alpes, ese hermoso y diminuto país que huele a campo, a queso y a chocolate, a gente humilde y sabia que suele presentarse como imparcial y abanderada de tantas causas.

Yo sé que no será fácil, los caminos se angostan, las leyes se ponen cada día más rígidas y aún los que ya llevábamos allí varios años tenemos que entrar de nuevo a concursar para homologar títulos profesionales o para entrar en el mercado laboral.

Mis hijos tendrán que adaptarse a una nueva lengua, a una nueva cultura, tendrán que hacer nuevos amigos y si yo veo su fortaleza puedo decirles a ustedes cuanto los admiro en estos momentos de cambio que estamos por vivir.


Los admiro pues sé lo que significa que el otro te observe con ojos de extrañeza, que incluso llegue a pensar que tienes algún tipo de tara por no saber hablar su lengua o comportarte como lo esperan los demás.. el camino será largo y duro al principio pero lo repito, no nos podemos quejar, no nos encontramos al punto de la balsa, la deportación o todas esas cosas tristes que son hoy en día, una realidad.

Hoy veo en mis hijos y porque no decirlo en mí misma tantos aprendizajes, tantos recuerdos, tantas aventuras que se sumergieron entre el español, el alemán, el francés, el catolicismo, el protestantismo y la religión musulmán; entre la costa caribeña, la cordillera de los Andes, los Alpes Suizos y el alto Atlas  y que a pesar de los momentos difíciles y algunas noches de soledad se puede también ver o concluir que es mucho lo que se pudo aprender, que hay muchas personas de buen corazón dispuestas a hacer de este mundo un sitio mejor.

En uno aprendieron y aprendí el respeto por la familia, en el otro por la naturaleza y la sociedad y de alguna manera en el tercero aprendimos a valorar hasta nuestra propia religión. 


Hoy se debe partir, dejar de nuevo un camino construido lleno de alegrías y amistades, principalmente para mis hijos y mi esposo porque a mí la vida me enseño desde pequeña que cada cambio debe impedir que las relaciones desaparezcan, debe impedir que dejes de ser, que tu autoestima se vea desquebrajada o que te sientas sin fuerza por un nuevo comenzar.

Ser migrante significa tener la capacidad de confiar en sí mismo, en los propios valores y herramientas con las cuales se cuenta, es estar dispuesto a enfrentar nuevos retos, nueva gente, nuevos pensamientos y eso es lo que nos lleva a crear, a ser proactivos, independientes, fuertes, comprometidos y en resumen estar siempre un paso más allá.

A punto de tomar mi equipaje de nuevo en compañía de mi familia y agradeciendo a Dios y a este país todo lo bueno que de él y su gente pude conocer, me despido hasta la próxima oportunidad.