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martes, 3 de noviembre de 2015

Valores y Principios, la base de la Felicidad

Actualmente me encuentro desarrollando un curso relacionado con las habilidades, intereses, recursos, valores, competencias y logros personales y esto me lleva de nuevo a tomar conciencia sobre la importancia que tiene sobre nuestras decisiones y sobre la consecución de nuestra felicidad, el conocer a ciencia cierta estos recursos y valores como motor de nuestra motivación para sobrellevar y plantearnos nuevos retos cada día.


Se debe para ello partir de la claridad propia que debemos tener con respecto a los factores que afectan y determinan nuestro grado de satisfacción en la vida, debemos reflexionar si esa satisfacción está ligada a la adquisición de conocimiento, a la obtención de fama,  o recompensas que podamos recibir, al crecimiento personal, a la capacidad de influir sobre otros y sobre el entorno, la trascendencia, el contacto social, la inclusión, la libertad, la armoniaa, el altruismo, el factor cultural o las emociones positivas y el bienestar personal.


Estos factores son los que alimentan nuestro objetivo final y el camino que nos proponemos recorrer basados en habilidades personales como la iniciativa, la gestión de la ambigüedad, la autoregulación, la confianza en sí mismo, la voluntad para aprender, el ser organizado, saberse adaptar, ser flexible, asumir riesgos, saber relacionarse, respetar a los demás, saber negociar, persuadir, ser independiente, aprender de la propia experiencia y de la experiencia de los demás, ponerse metas, identificando las propias fortalezas y debilidades, aceptando y aprendiendo de las críticas o dejando ir aquellas cosas que no nos dejan progresar; son aspectos básicos para lograr salir adelante en el camino que hemos escogido vivir en el país de acogida o en el país de origen según donde pensemos ser, crecer, sembrar y progresar.


Entre otras habilidades el saber trasmitir, interpretar, escuchar, identificando y expresando correctamente los juicios de valor, respetando los derechos de los demás, inspirando, persuadiendo, enseñando, creando alternativas basándonos en lo esencial sin temer al ir más allá de nuestra zona de confort, identificando continuamente nuevas oportunidades, construyendo relaciones basadas en nuestros propios recursos personales, sociales y psicológicos siendo ellos quienes nos permiten reconocer y conectarnos con lo que realmente es esencial en este camino que hemos escogido recorrer para bien o para mal.


Recuerda,  eres tú quien da sentido a tu vida y tu futuro y quien finalmente debe encontrar la motivación para ser feliz basado en tus propios principios y valores, siendo fiel a ellos y logrando a sí a cabalidad lo que siempre has soñado realizar.


Hasta una próxima oportunidad,

+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@Psico_Migrante


martes, 6 de octubre de 2015

El perdón

Esta semana tengo un tema muy interesante y es el del perdón, esa actitud que para muchos de nosotros es difícil de trabajar, especialmente cuando se trata de perdonarnos a nosotros mismos, bien por dejar en el país de origen a todos aquellos que contaron y pensaban contar con nuestra presencia de por vida, bien por no lograr dar el 100% de nosotros mismos a aquellos que hoy en día conforman nuestra realidad, bien porque fuimos cada uno de nosotros quien decidió ponerse en la situación actual sin que fuese otro quien nos raptara, nos embaucara o nos obligara a seguirle o incluso porque, no, en el caso de considerar que nos hemos puesto en peligro una o muchas veces de forma física o mental por decisión propia.
Por ello, muchos de nosotros no nos consideramos dignos de ser felices, respetados o valorados por lo que realmente somos, llegando a sentir que nunca se podrá alcanzar la vida ideal. En ello influyen nuestras creencias, ideologías, religión, historia, sociedad y cultura de tal forma que perdonar al otro o a nosotros mismos se nos dificulta de verdad.

El objeto del perdón necesita de todo nuestro esfuerzo para romper ese vínculo destructivo que puede torpedear nuestra relación con los demás, con nuestros objetivos, nuestra salud y nuestro bienestar, aumentando la esperanza, la autoestima y la satisfacción, logrando aunque suene extraño, reducir la depresión

No se trata de perdonar para olvidar sino de perdonar para crecer y seguir adelante dejando atrás el dolor y el enojo contra el considerar que hemos podido haber hecho daño a otros o a nosotros mismos con nuestras decisiones o que alguno de ellos nos haya podido hacer algún tipo de daño a nosotros o a los nuestros con las suyas, modificando las ideas y los sentimientos negativos, reconociendo que esas situaciones no superadas están minando nuestras estrategias futuras para ser feliz.
La idea está en evaluar el significado de las decisiones o de lo ocurrido, reencuadrar los sentimientos, las ideas y el contexto desenganchándonos de todo lo que nos impide ser más generosos, tolerantes, creativos y decididos ya que la energía de nuestra mente la podemos redireccionar de la mejor manera dejando de estar anclados en un momento del pasado que aunque suene redundante "Ya pasó".

Perdonar conlleva siempre modificar nuestros propios sentimientos dejando atrás de alguna forma hasta las motivaciones más inconscientes de automaltrato, automaltrato por haber tomado una o varias decisiones que muchos consideramos finalmente fueron quizás equivocadas y ello hace que perdonar incluya cambios sustanciales conscientes o que de alguna manera deberemos entrar a conocer y a trabajar.


Al perdonar o perdonarnos estamos aprendiendo a ser más benevolentes con los otros y con nosotros mismos, estamos rompiendo con un pensamiento continuo oculto o no que no nos deja avanzar, la culpa distorciona nuestro pensamiento, genera atribuciones falsas, aumenta la autocrítica de forma destructiva y produce ansiedad y depresión; entonces, que estás esperando para ponerte en paz contigo y los demás? reevalúa tus expectativas, tus valoraciones, relájate, afronta, redirecciona tus imaginarios y actúa.

jueves, 26 de marzo de 2015

La felicidad

Un tema que ha sido motivo de consulta de varios de mis pacientes últimamente ha tenido una relación entrañable con un término que a los migrantes muchas veces sentimos que se nos convierte en ajeno y es el tema de la ¨felicidad¨, felicidad que ya de hecho viene impronta en nuestro código genético en gran medida y la que también se ve afectada muy regularmente por las circunstancias y por nuestra capacidad emocional y racional de asumirla, me explico:

La felicidad como rasgo de personalidad en el ser humano está basada en la forma en que desde nuestros ancestros se nos ha enseñado a calcularla de manera subjetiva, midiendo los logros según lo que se ha deseado y según lo que se ha logrado en la vida de acuerdo a nuestros propios ideales en relación con nosotros mismos y en confrontación con la de los otros.
La felicidad mejora nuestra auto-aceptación, crecimiento y proyección de vida, y aún, cuando es innegable que traemos una carga genética que puede predisponernos a obtener un grado determinado de felicidad, también es cierto que los escenarios circunstanciales y principalmente nuestra voluntad son los encargados de dar el mayor grado de percepción sobre esta felicidad y la satisfacción que ella puede proporcionarnos.

La felicidad como estado nos ayuda a interpretarnos de manera más positiva tanto a nosotros mismos como a nuestro entorno en el día a día conllevando la posibilidad de mejorar nuestras relaciones interpersonales de una manera estable en el tiempo por empatía con los otros, con el medio y con las circunstancias. La felicidad nos hace más proactivos, creativos, ingeniosos y competitivos logrando mejorar nuestra capacidad de disfrutar las situaciones de la vida.
La felicidad está enmarcada como una riqueza psicológica de actitud positiva, redes sociales y valores espirituales que han generado en nuestras vidas un sin fin de momentos placenteros que nos permiten pertenecer, proteger, ser protegidos y reconocidos por diferentes grupos a los cuales pertenecemos; felicidad que si hemos aprovechado habrá fortificado nuestra propia identidad y autoestima.

La felicidad se convierte en un espiral positivo que nos permite ser más competentes, autónomos y sociables, conllevando siempre la posibilidad de afrontar nuevos y más altos desafíos ante el placer y la gratificación que hayamos decidido percibir de forma autentica de nuestras vivencias adquiridas ya sea dentro de una vida agradable, una vida buena o una vida con sentido

Vivir y amar lo que se hace nos permite redescubrirnos día a día, nos hace más conscientes de nosotros mismos y nos mantiene en un constante redefinir constructivo sobre cada cosa que nos rodea. Así pues, es y será feliz quien vive con voluntad y moral proactiva todas sus acciones de manera justa, amorosa y comprometida, provocando que tanto sus emociones como sus pensamientos sean los encargados de redireccionar a satisfacción lo que se obtiene y obtendrá con respecto a su propia existencia y destino y con ello quiero decir que no hay nada más cierto que aquello de que ¨la capacidad de ser y estar feliz está en tu propia mente, tus pensamientos, emociones, sentimientos y acciones¨.
Sin otro particular por hoy, me despido hasta la entrega del próximo mes deseándoles unas felices pascuas.

Y para aquellos que aún siguen pensando si asistir, aquí les dejo de nuevo la información de este evento en el Sahara de Marruecos:




+Mónica Riveros
www.online-psicoterapia.com
@Psico_Migrante
Créditos de fotos http://www.morguefile.com/archive